Conoce el importante papel que tiene la construcción de vías en el territorio nacional para el Plan Nacional de Desarrollo.
La propuesta tiene tres ejes: política y gobierno, política social y economía. En este último, se busca impulsar la reactivación económica y se incluyen un par de proyectos regionales que consisten en construcción de vías y rutas de ferrocarril.
A continuación, te presentamos los dos puntos del Plan Nacional de Desarrollo que contemplan la utilización del tren para detonar el crecimiento de México.
El Tren Maya
Aunque en este momento se trabaja en la construcción de vías del Tren Maya, la mayoría de la ruta pasa por derechos de vía, carreteras y tendidos eléctricos ya existentes. Contará con 15 estaciones.
Sobre datos económicos relevantes, se contempla una inversión de entre 120 y 150 mil millones de pesos que aportarán fuentes públicas, privadas y sociales. Según el propio Plan Nacional de Desarrollo, este proyecto incrementará de manera notable la derrama económica en el turismo de Quintana Roo, creará empleos, favorecerá el desarrollo sostenible y protegerá el medio ambiente de la zona.
Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec
El objetivo del proyecto es impulsar el crecimiento de la economía regional, respetando la historia, cultura y tradiciones de Oaxaca y Veracruz. Dentro de este plan se incluye la modernización del ferrocarril del Istmo y los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz y Salinas Cruz, Oaxaca. Con esta construcción de vías se garantiza ofrecer servicios de carga, transporte y otras labores de logística.
¿Qué te parecen estos ambiciosos planes del sexenio actual? Aunque el Tren Maya sigue siendo controversial, el Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec ya ha obtenido la autorización de los pueblos de la región para continuar trabajando y sin duda, es una gran oportunidad para la economía del país y para la industria ferroviaria.
Otro dato importante, es que ambos proyectos han presumido utilizar criterios de sostenibilidad en la construcción de vías; esto adicional a los beneficios que el ferrocarril ya tiene sobre otros medios de transporte, como las emisiones de CO2 mínimas en comparación al transporte por carretera